ENTRE LA POBREZA Y LA RIQUEZA DONDE ENCONTRARNOS EL FRUTO DE NUESTRO TRABAJO EN BÚSQUEDA CONSTANTE
ACCESO A LOS CONTENIDOS

No hemos renunciado al amor, ni siquiera hemos renunciado a tener hijos, Nos hemos entregado a Dios para cuidar de Sus hijos y amar 'de otro modo', como ama un Dios que es AMOR.

Ésta es la mayor entrega que le hacemos a Dios, poner en sus manos nuestra capacidad de amar, y entregar nuestra 'herencia' a otros hijos que no son nuestros. Sin propiedad, pero sin límites. Sin pareja, pero con la misma entrega. Sin familia propia pero sí en comunidad.

HACEDORES DE PAZ Y BIEN
AL SERVICIO DE LA IGLESIA AMOR CÉLIBE
VISIÓN FRANCISCANA DE LA VIDA COMUNIDAD EN MEDIO DE LA COMUNIDAD EN EL CAMINO ... OBEDIENCIA Y REBELDÍA