Gracias 1000
Fue un Ángel, fue un hombre,
ella creyó que no hallaría descanso,
que no hallaría lecho ese día,
pero Jesús estaba mirando.
Y ella llegó al mismo momento,
donde otro halló otro camino,
dejando un espacio, dejando un descanso.
Y ella creyó que Jesús le envío un Ángel,
para darle cobijo en su casa,
para compartir sus palabras,
para darle calma.
Creyó en la luz de ese Ángel,
porque Jesús puso en el hombre,
un pedacito de su bondad,
y ella creyó en Dios,
y ella creyó en la Humanidad.
Esta poesía se imprime gracias a la fe, al agradecimiento, a la bondad y creencia en que Jesús nos cuida y nos envía ángeles para protegernos en la Tierra , y quizás esos ángeles son personas con un pedacito de bondad.
Llegó tarde, agotada, con una mochila a cuestas, en el cartel de la puerta se podía leer: “COMPLETO”, pero ella pasó. En ese momento, otro caminante marchó a otro techo y cuando ella entró, halló una cama, encontró un hogar y sonrisa amable, Jesús le miraba y ella pensó que Ángel, que era su nombre, no era un hombre, era un Ángel.
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