Francisco Bernardone. 1182-1226
Mayor de edad, natural de Asís, Perugia, hijo de Pietro y de Madonna Pica, de profesión comerciante y aspirante a caballero, hasta el día en que Dios abrió una puerta en su vida.
 

educado, inteligente, de carácter abierto
-según su madre-

Trabajador, vanidoso, hábil, derrochador,
-según su padre-

Un día, en su oración, escuchó una voz que le dijo:

"Francisco, ve y repara mi iglesia, que la quiero llena de VIDA"

No quiero leyes, quiero corazón!!

No deís limosnas, Dad la vida!!!

No basta con decir 'buenos días' a la gente,
hay que llevarles la Paz y el Bien!.

No basta con ser buenapersona,
hay que ser revolucionarios.

No basta con ir a misa,
Hay que ser hijo de Dios todo el día!!!

Y a sus 21 años, un día de primavera, en que el sol amaneció más temprano, se dijo para sí:

¿para quien voy a trabajar toda mi vida: para el Señor o para el siervo?

 

 

 

Vendió ropas, joyas y hasta el caballo
por si lo que Dios quería era que ayudase a los pobres.

Restauró todas las iglesias arruinadas que había en Asís, y con elló pensó haber hecho cuanto podía por restaurar la IGLESIA...

 
...hasta que un día
...en la iglesita arruinada de San Damián, abrió el evangelio al azar y apareció esto: (Mateo 19,29) :

Mateo 19,29: "Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna".

Francisco se descalzó de todas sus riquezas y ambiciones...

Tomó un sayal para vestir,
la madre tierra para vivir,
el amplio cielo para dormir
y toda criatura por hermano.
contaron los suyos que nunca necesitó nada más para ser feliz.
  Y desde aquel día todo cambió;

« En adelante su casa sería el ancho mundo. Sus amigos serían los leprosos, los mendigos y los salteadores de caminos. Sus hermanos serían el viento, la lluvia, las nieves y las primaveras. Le acompañarían el calor del sol y la luz de la luna. Comeria por los caminos igual que los espigadores y las alondras. Y cruzaría el mundo bajo la sombra de las alas protectoras del Padre Dios.

 
No le faltaba de nada y era feliz anunciando por valles y caminos que no hay otro Dios fuera del Señor Jesús ni más felicidad que hacer su voluntad.
 
Pronto se le unieron hombres de todas las regiones y de todas las edades. Sus hijos se llamaron a sí mismos Franciscanos, y aún hoy están luchando, día a día, por ser fieles al Dios que les dió la vida y que les llamó para esta gran misión: Ser HIJO DE DIOS todos los días.

Esta es la historia de un joven cualquiera
lleno de vida, lleno de sueños y con gran corazón.

Quería ser caballero y a una guerra partí.
Tan sólo mi apellido y mi orgullo eran mi Señor.

En mi camino hacia el sur llegando a San Damián,
salió por mi horizonte un nuevo sol.
Como un espejo puso mi vida ante mí,
llenando mi ojos de luz.

El Amor reveló mi vida vacía
y llenó mi corazón de sed,
me dio a intuir la libertad que hay en ser
lo que soy ante Dios y no más.

Y regresé a casa vencido,
más por el amor que por mi enemigo.
Por una dama, la más hermosa, todo dejé;
hija de dios y de la libertad;
su nombre es pobreza y su amor el más pleno y mayor.

Y descubrí:
que todo afán es vano si no lo mueve el amor,
que toda ambición es prisión,
y que una vida no es Vida si no es para dar,
pues cuanto guardes de ti mismo contigo morirá.

 
Para más información: pacocastro7@hotmail.com
 

 

   
El secreto de la Felicidad está AQUI

Poesía de Cortés:

Yo no quisiera resignarme a hacer de tu mensaje una rutina...